viernes, 5 de noviembre de 2010

La máscara del manipulador



“La poca prudencia de los hombres impulsa a comenzar una cosa y, por las ventajas inmediatas que ella procura, no se percata del veneno que por debajo está escondido”
-Maquiavelo-

¿Te pasaron alguna vez por alto, te ignoraron, te atropellaron o te quitaron algo propio de una forma sutil?
Vivir rodeados de gente tóxica es moneda corriente, cómo tratarlos es nuestro gran desafío. Tratar con este tipo de personas no es tarea sencilla, algunos nos complican la existencia.
Una de las claves que he aprendido al tratar con gente difícil y me da mucha paz aplicarlo, es saber que nadie puede hacernos la vida imposible a menos que nosotros lo permitamos.
A veces nos complicamos la existencia porque existe un ser humano que nos complica la vida. Pero qué importante será esa persona en nuestra vida para que le demos ese lugar, ¿verdad?. Ahora, si me dices que son veinte personas las que nos complican la existencia, ¿quién será el complicado?.
Quisiera preguntarte, ¿quién es el protagonista de tu vida?, en mi vida soy yo, no sé en la tuya. El resto de la gente son actores invitados, secundarios y villanos. Entenderlo es fácil, comprenderlo no.
Ahora bien, existe un gran menú cuando hablamos de relaciones tóxicas.  
Hoy me voy a detener en la máscara del manipulador y  para hablar de este tema decidí armar el artículo con un formato simple para que lo puedas identificar y aplicar.
Si alguna vez fuiste víctima de manipulación probablemente has sido engañado. La persona que te engaña lo hace con una intención deliberada. Se mete en tu mente, te seduce y te utiliza.

¿Cómo son los manipuladores?:
Estudian a la gente, buscan su área de vulnerabilidad o debilidad. No se acercan a cualquier persona. Buscan a aquellas que superponen la amabilidad a su propia dignidad, a aquellas que les cuesta marcar límites, que tienen dificultades a decir “no” y que temen a la desaprobación o confrontación.
Se sienten poderosos, intentarán demostrarte que ellos saben cómo hacer las cosas. Tienen doble vida, te dicen una cosa y hacen otra. Aparecen como seductores, muy amables. Si investigas su vida, verás que en su pasado sólo hay “ex amigos”, muchas deudas y resentimientos. Todo a causa de los demás, ellos son “Pilato” (manos limpias). En su presente solo está rodeado de aquella gente que le está “sirviendo” para cumplir su objetivo.
Los manipuladores tienen una enorme inseguridad personal, tienen envidia y por lo tanto no atacan a cualquiera. Buscan gente que es querida, con carisma, talento, que tiene capacidades y reconocimiento que ellos no tienen o creen no tener.
Son personas que quieren tener el control sobre tu vida. Si ven lo valioso que eres o simplemente perciben en tu vida algo que ellos no tienen, querrán sacártelo.

¿Cuáles son sus armas?:
Su principal arma es la seducción hasta lograr tenerte en sus manos. Aparecen simpáticos, amables, te endulzan el oído. Como alguien protector, que te quiere amar, que te da, pero después todo lo que te da, no tengas duda de que te lo va a querer cobrar, te echará en cara.
Exigen que estés en todo momento a su disposición, busca satisfacer sus necesidades e imponer su voluntad, su criterio y su forma de ver las cosas. Se alteran muchísimo cuando intentas marcar un límite y no le dedicas el tiempo que ellos creen que merecen y se enojan.
Tú tienes que estar SIEMPRE a sus pies, pero ellos NUNCA estarán ahí para cuando tú los necesites.
Son muy hábiles que de a poco utilizarán con mayor frecuencia la crítica, el maltrato y la culpa para manipularte.
Cuando ya no saben qué sacarte o no le sirvas más para el cumplimiento de su objetivo tendrán la habilidad para dejarte a un costado del camino como si fueras un paquete. 

Debes saber que:
·         El manipulador te psicopatea, es un ser abusivo
·         Tiene muchos complejos y necesidades sin resolver
·         La persona sana no es aquella que tiene resueltos sus conflictos, sino aquella que conoce sus conflictos. Que sabe cuáles son sus rayes pero no los proyecta hacia el exterior. El manipulador proyecta.

Y ahora, ¿qué hacemos?:
No hay máscaras que se puedan sostener durante mucho tiempo. Y así nos estén diciendo las más bonitas mentiras para acercarse a nosotros, todo sale a la luz.  
Bien me dijo un viejo maestro de muy avanzada conciencia, que “la madurez es quizá alcanzar a ser conscientemente selectivo”. Comprender esto y aplicarlo es de una elevada madurez espiritual. Así que tómate el tiempo necesario para hacer una “limpia” de madurez, para eliminar lo que no juzgues bueno, justo, prudente o adecuado para tu vida.
Y respóndete a esta pregunta: ¿Qué de bueno y valioso puedo obtener de esta relación en justicia y honor a lo bueno y valioso que yo aporto en ella también?. Si encuentras una valiosa respuesta, permite a esa persona seguir en tu vida. Si no, ¡no!. 
Como primera medida aplica la sabiduría infantil. No estés donde no te sientas bien. Levántate y vete. Es lo más simple e inteligente. Ya lo dijo Julio Olalla, “Es más importante lo que siento que lo que piensen los demás".
Aléjate de este tipo de personas que no suman, acercándote a aquellas grandiosas, que sí te apoyan sin esperar nada a cambio. El movimiento de alejarnos o acercarnos es una habilidad que depende exclusivamente de nosotros.
Debes tener en claro quién eres y hacia dónde vas. Escucha a tus emociones, a tu intuición. Tu corazón ya sabe de antemano lo que tu mente lo descubrirá con el tiempo. 
Empieza a desarrollar tu capacidad de discernimiento a fin de poder detectarlos a tiempo y cortar los hilos. Ante todo el respeto hacia el otro como ser humano y no como marionetas de nadie.
Otra clave es aprender a utilizar los “SI” y los “NO” como corresponden. Sin culpas. Marcando límites con amor.
Si te hieren con alguna palabra, utiliza el sentido del humor.  Recuerda que toda persona lastimada lastima. Y solo te está mostrando como fue tratado. Así que no trates de desgastarte por agradarlos ni dar explicaciones, no lo conseguirás. 
Como dijo Humberto Maturana: “todo ser humano tiene tres derechos legítimos: el derecho a equivocarse, el derecho a cambiar de opinión y el derecho a irse”. Sacude sandalias amigo. Es tu vida y tú eliges. El otro no sabe lo que es mejor para ti. Con sus críticas y juicios de valor negativos solo demuestra irremediablemente sus carencias internas.
Deja al manipulador con sus berrinches y enredado en sus hilos, que el discurso posterior a cuando marques tu límite será otro de sus juegos. Suéltalo porque todo responde a su naturaleza.
No pretendemos cambiarlos, no nos corresponde. Pero sí podemos alejarnos y no engancharnos en este tipo de relación tóxica. 
Tú eres el protagonista de tu vida y el camino de todo líder es hacerse cargo de su vida y de sus actos.
Y tratemos de abrir más los ojos internos para descubrir que hay detrás de toda seducción: ¿Es real su acercamiento o solo hay interés?. ¿Qué necesidades esperas que otros satisfagan y que podrías satisfacerlas tu mismo?. 
El mejor antídoto a estos virus humanos, es saber elegir quiénes entran en nuestra vida. 
Si no eres parte del problema, tampoco serás parte de la solución y la solución de un cambio está en ti.

Luz y Amor



Lic. Patricia Bogado - Coach Ontológico
patriciabogado.com.ar
Twitter:@patriciabogado