“Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran?"
- Amado Nervo -
"¿Por qué siempre me cancela los planes?...¿Por qué solo me habla cuando quiere?...¿Por qué no me contesta los mensajes?...¿Por qué nunca me llama?...¿Por qué soy yo la que siempre debe buscarlo?...¿Será que me ama?...¿Me ama o solo me utiliza? "
Una y otra vez observo y escucho a miles de personas atravesando la misma situación. Van por la vida en busca de respuestas, intentando adivinar el pensamiento y el sentimiento del otro, tratando de justificar esas acciones. Y todo, ¿por qué?, porque nuestro ego necesita aclarar y necesita esclarecer el injusto trato que recibimos de la otra persona.
¡Cuánto dolor nos genera! ¡Cuánto tiempo y energía malgastamos!, porque no queremos darnos cuenta de que simplemente, no nos quiere.
No hace falta bucear en el interior del otro para encontrar la respuesta, cuando a simple vista podemos observar en la superficie. Te lo está diciendo, te lo está mostrando, te lo está comunicando, ¿cómo?, a través de sus actos.
Y seguramente me preguntarás: "pero, ¡como es posible!, ¿por qué no me lo dice?". Y si te lo está diciendo, más claro échale agua. No hay nada oculto. No hay peor ciego que el que no quiere ver. La respuesta la tienes frente a ti en sus actitudes y acciones.
Muchísimas personas tienen la maldita costumbre masoquista de necesitar escuchar las palabras del otro y de que se los digan a la cara, que ya no los quieren, que ya no los necesitan o que solo los estuvieron manipulando.
Emerson dijo: "Grita tan fuerte tu actitud que no escucho lo que me dices". Prefieren seguir insistiendo en esa persona amada con la excusa de que "hay cosas que aclarar", sabiendo que existe una gran posibilidad de escuchar mentiras frente a la fuerza de sus actos.
¿Sabes lo que puedes lograr?, que esa persona se quede al lado tuyo haciéndote una promesa de que cambiará. Esa persona estará al lado tuyo y no contigo. Esa persona cambiará por un cierto tiempo, pero recuerda que no es su esencia, no partió de su interior esa opción de cambio, salió de ti.
Por lo tanto, ese cambio será falso y temporal. Ni tú y ni tu pareja serán felices. Construirán una relación basada en la mentira, en la no aceptación del otro como legítimo otro. Y ahí no existe el amor. Así que tú tienes el poder en tus manos. Tú eliges, o te quedas con la verdad o con la dulce falsedad.
Uno de los más grandes errores en relaciones, es enamorarse de una ilusión, enamorarse de lo que podría llegar a ser, enamorarse a tal grado de que no logres diferenciar entre fantasía y realidad.
Amar es simple, amar es coherencia. Cuando amamos lo demostramos con palabras y con acciones. La palabra sin acción se pierde en el viento.
Aprendamos a valorarnos para valorar, a amarnos antes de amar, a respetarnos antes de respetar y a observar a nuestra pareja.
Aunque la verdad duela, es necesario tomar coraje para aceptar la realidad ante los hechos. Si no te aman como te mereces, pues esa persona se lo pierde.
Cierra la etapa y deja que fluya el verdadero amor a ti. Te mereces ser feliz. La pareja perfecta es aquella donde los dos son totalmente naturales y espontáneos en su comportamiento, sin esfuerzos por agradar, y así se gustan y se desean uno al otro.
Si estás viviendo esto, querido amigo y amiga, ¡sigue tu propio camino! que algo mejor te espera.
Luz y Amor
Lic. Patricia Bogado - Coach Ontológico
patriciabogado.com.ar
Twitter:@patriciabogado
