miércoles, 31 de agosto de 2011

Amores enredados




“El amor es un estado en que el hombre ve decididamente las cosas como no son”.

-Friedich Nietzsche-

Hoy en día es moneda corriente que a través de las redes sociales se cocinen "amores".
No niego que Internet sea un medio para conocer gente pero tiene que existir un límite. Más que nada al hablar de los tiempos en concretar el encuentro. El cual considero dos semanas máximo si son de la misma ciudad y dos meses si fuera de otro país, sino estaríamos hablando de una fantasía ya que muchos lo usan solo como vía de escape de alguna realidad que no están pudiendo enfrentar; sea por una mala percepción o gestión de la soledad o para evitar un problema con la pareja actual.
Considero que si no se hace un buen uso a las redes sociales con un objetivo muy en claro, existe una gran probabilidad de que termine destruyendo las vidas interpersonales y a uno mismo. Llego a esta conclusión debido al increíble número de casos que acuden a las consultas por cuestiones de "mal de amores" a raíz de una red social.
Cada vez es más común tener un "amante cibernético". Hay personas con una pareja estable que se involucran en relaciones “emocionales” con alguien que han encontrado en Internet, y estas relaciones no siempre implican un encuentro físico con el otro, pero sirven de refugio emocional, como un escape para evitar enfrentar los problemas que se tiene con la pareja estable.
Otra cuestión de observación es que muchos creen “amar” a alguien por Internet cuando nunca lo han visto. Particularmente a eso no lo considero amor, creo que sería faltarle el respeto a este bello sentimiento. Ahora, sí podríamos hablar de un enamoramiento, ya que por ejemplo podemos leer un correo donde exprese algo que nos fascine; o que justo al hablar con esa persona por el chat nos escriba las palabras que necesitábamos leer. En ese momento nuestro sistema cerebral es provocado por una sustancia química que se llama testosterona, que está asociada a los hombres pero también las mujeres tenemos niveles elevados de esta sustancia, y éstas reaccionan cuando sentimos una atracción o deseo por otra persona.
Estadísticamente en muchos de los encuentros se produce una decepción. La mayoría de las veces no es porque la persona nos haya fallado, sino porque nuestro nivel de expectativas era irreal.
Muchas veces por nuestro deseo de estar acompañados y por estar con una pareja estable, podemos llegar a creer lo que no es y pasar por alto detalles que nos indicarían que algo no es de la manera en la que lo describen.
En Internet muchas veces nos encontramos con una persona no porque la amamos sino para cubrir un vacío de soledad, e intentar relacionarse desde la desesperación o de encontrar una pareja a cualquier costo puede causar que no tengamos en cuenta detalles muy importantes, o que por miedo a una desilusión no nos animemos a preguntar.
A veces hasta pareciera en algunos que algo los tiene rebalsados emocionalmente, lo cual hace que a la primera persona que los recibe con palabras de afecto, le cuenten toda su vida entera desde un discurso de: "El mundo contra mí".
Insisto, Internet es un medio para conocer pero la verdadera relación es a partir del encuentro. Así como hay amores cibernéticos que llegan a realizarse, otros simplemente van pasando al olvido. Tengamos en cuenta que si nunca llegamos a conocer físicamente a esa persona sigue siendo un amor platónico.
Entonces, preguntémonos: ¿qué es lo que nos mueve a relacionarnos afectivamente con alguien por Internet?, ¿qué es lo que hace que no podamos comunicar nuestro sentir en el momento y lugar adecuado?.
Para aquellos que apuntan al buen amor y a una buena relación presente o futuro, les propongo lo siguiente:
1- Si se sienten solos, deben trabajar bastante en esos momentos de soledad para que no lleguen a convertirse en adictos a otras personas.
2- Se hace necesario trabajar en la autoestima, ganar confianza en uno mismo  para así aprender a comunicarse de manera asertiva.
3- Observen detenidamente las señales en la actitud del otro. Recuerden que el valor de la palabra no lo tienen todos. Entonces, ¡vamos a los hechos!.
4- Las cuestiones de pareja trátenlas con la pareja (en privado). No usen las redes sociales como el muro de los lamentos.  
5- Si se sintieron heridos por una relación y no lo pueden manejar solos pidan ayuda.
Partamos de lo siguiente: Las redes sociales generan un gran impacto, no lo tomemos tan livianamente. Lo que somos aquí somos afuera.

Luz y Amor


Lic. Patricia Bogado
Coach Ontológico & PNL - Management de Emociones
www.patriciabogado.com.ar 
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© 2011 - Patricia Bogado ALAS de ÉXITO- Todos los derechos reservados

domingo, 28 de agosto de 2011

Nadie te pertenece


 

“Si aprendes a ser realista en el amor, si te autorrespetas y desarrollas autocontrol, habrás empezado a gestar tu propia revolución afectiva”
-Walter Riso -


El amor como sentimiento, es de los más bellos y más puros, y que puede ser manifestado de muchas formas, pero cuando aparecen los celos desmedidos o descontrolados, pueden hacer de este hermoso sentimiento un verdadero suplicio.
Los celos son emociones que se generan en la mente de quien piensa que el amor de alguien  a quien considera  de su pertenencia,  puede serle arrebatados. 
Desgraciadamente los celos son tan naturales como el amor y el odio y hasta pueden parecer normales cuando la persona que se siente celada, los percibe como una muestra de amor. Es decir, que los celos pueden causar gozo y sufrimiento.
Todos hemos sentido celos alguna vez en nuestra vida por nuestra pareja. Incluso, hasta cierto punto se siente bien cuando la persona que amamos nos cela de alguna manera sutil y hasta amorosa. ¿Qué quiere decir esto?, que existe un límite. Se hace necesario que diferenciemos entre realidad e interpretación, ya que una cosa es observar que tu pareja está hablando con alguien y otra muy distinta, es creer que tu pareja está seduciendo a alguien.
Por tanto, cuando estos celos son constantes y por cualquier circunstancia, se transforman en obsesivos, muy molestos y la relación se torna insoportable. 
El celado se asfixia y desea huir, y el celoso asume una responsabilidad más a su vida cotidiana, controlar al otro día y noche: piensa constantemente que su pareja le será infiel, cualquier persona representa una amenaza, limita la libertad de la pareja, controla todos sus movimientos. El celoso siente esa relación amenazada y desde ese instante es presa de una inquietud que le roba la tranquilidad y sufre de una constante sensación como si trajera una ansiedad hecha nudo en la garganta.
Pero, ¿Qué somos capaces de hacer, cuando tenemos la creencia de que el otro nos pertenece por el simple hecho de mantener una relación afectiva? o ¿Qué estamos dispuestos a hacer cuando experimentamos ese miedo a perder a nuestra pareja?.
Hay mucha gente que padece de celos obsesivos, tienen conductas agresivas e incluso tienen la creencia de que al controlar al otro, lo hacen por amor y confunden amor con control u obsesión.
Las personas celosas sienten que necesitan ser “todo” para el otro. Ser todo significa ser la fuente de bienestar y satisfacción para la pareja, cubrir todas sus áreas y si existe un área que no cubre, el celoso siente que él ya no es nada para el otro. Siente hasta desplazo, abandono o exclusión.
Los celos desmedidos anuncian la incompletud y la necesidad que tenemos de la otra persona. La posesión indica una falta de respeto.
Este sentimiento muchas veces nos revela el destino que tuvieron las experiencias infantiles y que se reactivan en la pareja. En otras circunstancias, pueden ser mecanismos proyectivos: “lo que yo hago, creo que tú lo estás haciendo”. En otros casos, las circunstancias de pérdida, (de trabajo, de seres queridos, de salud, vitalidad, nido vacío) también reactivan este sentimiento.
Hay algo que debes recordar y tener bien en claro: nadie te pertenece. Nadie absolutamente es propiedad privada de nadie.
Tu pareja es un ser tan libre como tú. Y deben relacionarse desde esa libertad interior. Un engaño no se puede evitar, si quiere lo hará. 
Esa persona te eligió a ti y está contigo por decisión. ¿Cuál es el costo que pagas por ejercer un control?, cuánto más persigues, más lejos estará de ti. Cuánto más necesitas, nunca será suficiente. 
No debemos controlar. El que controla inevitablemente termina controlado. Hay que atraer, hay que seducir cada día un poquito. El amor es verbo y no sustantivo. El amor es acción y no palabra. 
Había una vez una paloma muy libre y feliz. Todas las mañanas se asomaba a una plaza bastante cálida donde se encontraba una persona que le brindaba alimento, cariño y abrigo. Esa paloma se sentía tan bien cuando iba a esa plaza que esperaba muy ansiosa a que llegara nuevamente ese momento de volver.
Así es tu pareja. Déjala volar. Volverá a ti porque lo decide en libertad, porque te elige día a día, porque valora cómo lo tratas y ese amor que le brindas. Y si un día ya no regresa, estarás triste, pero entenderás que simplemente ya ha cumplido su misión en tu vida.

Luz y amor


Lic. Patricia Bogado
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lunes, 1 de agosto de 2011

Discute que nada queda



“Si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio: no lo digas”.
- Proverbio árabe- 


Hay personas que siempre están listas para juzgar, emitir críticas y buscar el pelo al huevo. Es triste y lamentable encontrarse con gente que sólo tiene un enorme deseo de discutir y señalar, posicionándose desde la razón y cegándose ante el punto de vista ajeno.
Parto de un principio ontológico: No sabemos cómo son las cosas, solo sabemos cómo las observamos o cómo las interpretamos.
Por lo tanto, no vemos la vida como es, sino que la vemos de acuerdo a nuestro nivel de conciencia. Y me detengo aquí.
Vemos de acuerdo a nuestro nivel de conciencia, ¿qué significa esto?, que yo observo la vida conforme a mis creencias, a mi modelo mental, a mis valores, a mi verdad, desde mi mapa, tan único e irrepetible como mi persona y tan distinto como cada ser humano que existe en este bendito planeta.
Entonces, si yo logro entender, asimilar y aplicar esto, dejaré automáticamente de querer tener razón y podré respetar y aceptar el punto de vista del otro.
Bien sabemos que una vida cuánto más vacía mas pesa. Y aquella persona que más critica solo expone irremediablemente sus carencias internas.
Si bien los seres humanos somos generadores de juicios, debemos tener suficiente cuidado de cómo, cuándo y desde qué lugar lo estamos haciendo.
Se hace necesario que nos demos cuenta de que cuando señalamos con un dedo, hay tres dedos que nos señalan a nosotros. Intentemos no juzgar tan livianamente cuando no tenemos suficiente información.
Antes de emitir una opinión hacia algo o alguien, pregúntate: ¿En qué área o dominio calificas ese juicio? ¿Basado en qué datos o hechos lo estás emitiendo?.
Aprendamos a enjuiciar las opiniones: ¿Quién lo dijo?, ¿Con qué autoridad?, ¿En qué se está fundando?.
Recuerda, que la opinión habla del observador. O sea, ese juicio que emites hacia otra persona no revela al otro sino que revela quién eres tú.
Ahora bien, una vez comprendido esto, seguimos en evolución. Ya sabemos que es el ego quién lucha y que necesita tener razón. El ego se cubre bajo un maquillaje de "justicia" sintiendo la imperiosa necesidad de reaccionar ante eso que está escuchando.
Llega un punto, un hermoso punto de la vida, y que hasta lo detectas mágicamente, donde ya no hay nada que decir. Simplemente porque ya ni sientes la necesidad de aclarar absolutamente nada, pero nada. Querer discutir con alguien que ha evolucionado espiritualmente, resulta llanamente imposible y hasta desesperante para el otro.
Tú piensa en esto. ¿Sirve de algo tirar perlas a los chanchos?, no. El chancho estará contento jugando en el barro porque ese es su lugar, pero tú en cambio te ensuciarás.
Cada persona es un maestro, cada situación es una lección y una estupenda oportunidad para seguir creciendo interiormente. Entonces, presta atención cuando aparezca alguien que sólo busque tu reacción con palabras negativas, descalificadoras o enjuiciadoras.
Quejarse y criticar cualquiera lo hace y hasta se pueden volver expertos en esto, pero hacer que las cosas sucedan lo hacen muy pocos. Que yo sepa a ningún crítico se le ha construido algún un monumento.
Recomiendo que solo aclares las cosas entre personas con parecido nivel de evolución, de manera que puedan tener una apertura a la comunicación y al entendimiento. Por el contrario, cuando te encuentres con alguien que solo quiera discutir, no te enganches, tú solo observa y observa desde el profundo amor universal y misericordioso, quédate en silencio, sonríe, apártate si puedes, lo cual no significa discriminación ni rechazo alguno, sino una elección sana de paz, armonía e inteligencia. Esto es simplemente una cuestión de crecimiento, perspectiva, percepción y comprensión.
Recuerda, no podemos controlar lo que dice el otro, pero sí podemos elegir cómo interpretar y reaccionar.

Luz y Amor
Lic. Patricia Bogado
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